Me pregunto si, después de dos años de asedio indiscriminado contra el pueblo de Palestina, es verdad que el genocidio ha terminado. Me imagino la alegría de los palestinos al saber que se detienen los ataques contra ellos por parte del ejército del Estado asesino de Israel. La esperanza es el motor que mantiene la fuerza y la resiliencia de un pueblo que ha resistido y sigue resistiendo los peores horrores que el ser humano es capaz de perpetrar.